Tan majestuoso como inteligente, el Pastor alemán reúne varias cualidades que lo convierten en un perro de compañía ideal, así como un excelente perro de trabajo. El ovejero alemán puede desempeñar varias labores, desde guía para ciegos hasta perro policía, pasando por perro guardián u ovejero, lo que lo hace conveniente para varios tipos de perfiles. Esta versatilidad lo vuelve una de las razas con mayor presencia en todo el mundo, y lo coloca en el podio de los perros favoritos de los españoles desde hace varias décadas.
El pastor u ovejero alemán es de gran tamaño, ligeramente más largo que alto. Está dotado de buena fuerza y una musculatura bien proporcionada. De aspecto similar al lobo, es por ello que a menudo lo apodan “perro lobo”. Su estructura ósea es fina y su constitución sólida. Su línea de espalda es ligeramente inclinada, una característica propia de la raza.
En la Alemania de finales del siglo XIX, debido a que la industrialización estaba llevando casi a la extinción la cría de borregos, un grupo de especialistas en perros decidió rescatar las razas de perros pastores, un patrimonio genético valioso. Dichas razas fueron utilizadas para crear un animal lleno de cualidades, bello y ecléctico, dócil y robusto, fácil de educar y cuidar. Es así que, a partir de una cruza de pastores de Württemberg et de Thuringe, estos apasionados obtuvieron una nueva raza que, gracias al coronel Von Stephanitz y su intuición de criador, se convirtió rápidamente en la más querida en buena parte del mundo. Esta nueva raza fue reconocida de manera oficial en 1898.
clinica.arcadejafet@gmail.com