Angora turco

Los orígenes de este gato de pelaje semilargo se remontan a hace más de 2000 años en Oriente. Sus movimientos elegantes y su pelo vaporoso son capaces de conquistar hasta a un corazón de piedra. Es vivaz, curioso y travieso, pero también compartirá momentos de tranquilidad y ternura en el regazo de sus humanos. El Angora tiene un carácter bastante fuerte: sabe lo que le gusta y lo que no, ¡y no dudará en hacerlo saber!

Descripción

El Angora turco es un gato de tamaño mediano, de silueta fina y atlética. Se mueve con gracia y fluidez. Su cabeza es triangular, coronada por unas orejas bastante grandes, largas y portadas en lo alto. Posee un cuerpo largo y musculoso. Su pelaje es sedoso y fino, de pelo semilargo y con poco subpelo. Su pelo es más largo al nivel del cuello, pecho, vientre y cola. Sus patas esbeltas son un ligeramente más largas en su parte posterior. Sus ojos son almendrados o redondos.

Origen e historia del Angora turco

Como su nombre indica, el Angora turco tiene origen en el antiguo Ankara, también conocido como Angora, hace más de 2000 años. Importado a Europa en el siglo XVII por Pietro della Valle y Nicolás de Peiresc, este elegante gato de pelaje sedoso semilargo se convierte de inmediato en la musa de artistas y grandes monarcas europeos, que descubren al tiempo los gatos de pelo largo. Desgraciadamente, los cruces azarosos hicieron que el Angora perdiese sus características básicas. La Segunda Guerra Mundial y la prohibición de exportación en Turquía hicieron peligrar la existencia de la raza. Sin embargo, el Angora turco moderno existe gracias a la tenacidad de una pareja de estadounidenses, los Grant. No fue hasta los años 70 que se reconoce oficialmente la raza.