El Gran danés es sin dudas el perro más grande de entre todas las razas. Pasar desapercibido cuando sale a pasear es prácticamente imposible. De porte noble y musculatura poderosa, se le considera como “el Apolo de entre todas las razas”. Su talla gigante solo se puede comparar con su gran corazón, y es que es un animal sumamente cariñoso y fiel a los suyos. Amigable especialmente con los niños, pero no por ello exageradamente sociable, sabrá mostrar cierta desconfianza con personas que no conoce. Su tamaño y su valentía lo convierten en un excelente perro guardián.
El Gran danés es un perro de aspecto orgulloso, poderoso y elegante. Su cuerpo es robusto y bien constituido. Su porte es noble y sus proporciones equilibradas, y su tamaño gigante lo vuelven fácil de reconocer. Existe un dimorfismo sexual muy marcado entre machos y hembras.
Se trata de una raza de origen alemán. Los ancestros del Gran danés son los antiguos perros Bullenbeisser (atrapa toros en alemán), que provenían a su vez de una raza medieval llamada Saupacker. Se trataba de grandes perros de caza utilizados para atrapar ciervos, jabalíes y osos. Su constitución física era similar a la de los mastines ingleses y el labrador rápido y ágil. Sin embargo, hasta principios del siglo XX se le conocía como “Gran danés” por pensarse que provenían de Dinamarca. En 1920 se adoptó oficialmente el nombre de Dogo alemán para recordar que entre sus ancestros se encuentran los perros de combate de antiguos pueblos germánicos.
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